LAS CHOZAS DEL FONDO: RESIDENCIA DE ESTUDIANTES
Los estudiantes, cuando salen de su país para hacer una experiencia ERASMUS, una de las primeras cosas que tienen que buscar es el alojamiento, si puede ser, cercano a la universidad de destino. Lo mismo les sucede a aquellos jóvenes que tienen o quieren estudiar una carrera universitaria en un lugar diferente a su ciudad de nacimiento. En muchas ocasiones, representa un sobre esfuerzo para las familias, que tienen que pagar esas residencias. Ambas situaciones no son excepcionales entre nuestros jóvenes de hoy en día. Como tampoco lo es que dispongan de dinero suficiente para salir a tomar copas o hacer el botellón en su tiempo libre.
Sin embargo, para otros jóvenes, esta situación de desplazarse desde su lugar de nacimiento en busca de una formación para conseguir una vida mejor se convierte en una verdadera odisea. En Mukasanga, cerca del colegio, están las viviendas de los profesores del colegio y, al fondo, muy al fondo de la calle principal hay dos chozas. Esas chozas del fondo, sin luz ni agua corriente, sin puertas ni ventanas, que se moja el suelo cuando llueve, son las residencias de aquellos estudiantes del colegio cuyas familias viven lejos. No pueden desplazarse todos los días y les toca vivir allí. Son dos chozas de chamizo, una de chicos y otra de chicas, separadas unos cuantos metros. Unos colchones en el suelo y telas descoloridas en la entrada y en las especie de ventanas son los únicos elementos decorativos.
Nos ponemos en la piel de esos jóvenes, que abandonan sus hogares paternos, para irse a una choza a intentar formarse para poder realizar el sueño de ser enfermero, policía, maestro, médico, … ¿quién les ayuda cuando no entienden algo? ¿cómo estudian si no tienen luz ni ordenadores? ¿qué les pasa si no aprueban? ¿Sentirán estrés cuando realicen sus exámenes? ¿cómo sobreviven? ¿sólo toman la comida que les ofrece el colegio? ¿qué hacen cuando no estudian? ¿salen de botellón? ¿quién les lleva al médico si se ponen enfermos? Muchas preguntas sin respuesta.
Quizás construir una residencia para estudiantes en Mukasanga con unas condiciones dignas de vida: sus habitaciones, luz, baños, …puede ser el siguiente proyecto. De este modo, en línea con los ODS, iremos construyendo un mundo más digno en sus lugares de origen. Quizás muchos de ellos dejen de ser un “estorbo” o un “problema” en los países desarrollados. Nos dejaremos de demagogia, y actuaremos con pequeños proyectos, de acción directa, para construir entre todos el futuro que ellos quieran.