COMUNIDAD DE VOLUNTARIOS DE SOGOLO: PERSONAS ESPECIALES
Este mundo está lleno de noticias sorprendentes, alarmantes, escabrosas, negativas, falsas… y los medios de comunicación así las resaltan en las cabeceras de los periódicos o los telediarios. Pero también hay muchas noticias que no son públicas a gran escala y que, sin embargo, hacen creer en que otro mundo diferente a éste es posible. En esas noticias buenas siempre hay un denominador común: tienen como centro o eje de actuación a una/s persona/s especial/es. Son gente anónima, humilde, que colabora de manera desinteresada por una causa que le satisface a nivel personal: LOS VOLUNTARIOS. Muchas son las causas: cuidar a niños con cáncer, participar en el ocio para personas con discapacidad, ayudar en el refugio para perros abandonados, visitar a enfermos, colaborar con niños en riesgo de exclusión… todas ellas muy loables, dignas y totalmente necesarias.
Esas personas especiales hacen que, afortunadamente, el ser humano crea en el ser humano, dando lo mejor de sí mismo para el bien de los demás. Mucho se habla estos días de la inteligencia artificial y de la revolución que supone para la economía, la educación y la sociedad en general. Sin embargo, nos olvidamos de la parte humana de esa super-revolución. La inteligencia artificial, por muy inteligente que sea, no ama. Y ser humano, hasta el menos inteligente, sabe amar.
Las personas especiales se implican en una causa y la llevan hasta sus últimas consecuencias. Son capaces de complicarse la vida por aquello en lo que creen. Desde el minuto uno de cada día dan todo de sí, de su dinero y, aquello que es aún más valioso, su tiempo. Y no se vanaglorian de ello, porque lo hacen su rutina de vida, con humildad. Son un ejemplo silencioso que debería salir en las noticias y, sin embargo, siguen anónimos dando lo mejor de sí mismos.
Gracias a todas aquellas especiales que colaboran con SOGOLO, haciéndolo su causa y una de sus razones de ser y existir. Ellas saben quiénes son. No necesitamos nombres.
Gracias, gracias y un millón de gracias.
Sin vosotros, SOGOLO no sería posible.
Con vosotros, SOGOLO es una realidad.
Para muchas personas que, desafortunadamente, no han tenido la suerte que tenemos nosotros, las personas especiales de SOGOLO son un motivo para ser creyendo en que otro mundo es posible.